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Carnaval de Negros y Blancos 2011

El Carnaval de Negros y Blancos, declarado patrimonio intangible de la Humanidad por la Unesco, en el año 2009, nace de la expresión de las tradiciones inmateriales orales y culturales de la pluralidad racial (indígenas, hispánicos, afroamericanos y mestizos)

Aunque no existe una fecha exacta de sus inicios, se establece que el anhelo de igualdad racial fue el punto de partida, la comunidad afrodescendiente tenía su máxima expresión el 05 de Enero “DIA DE LOS NEGRITOS”, donde la población de esclavos negros celebraba “Un Día de libertad”, tiznando con carbón a los “blancos” que encontraban a su paso. A finales del siglo XIX, nuevos sectores sociales (campesinos y artesanos), se integran al carnaval jugando un papel importante en la manufactura y participación, apareciendo el 06 de Enero “Día de los Blanquitos”, donde los artesanos de las carrozas se asocian desde 1920 con esculturas hechas de papel y cola (pegamento). Esta construcción colectiva es la tulpa, es ese lugar donde se prepara el alimento del carnaval, es donde se fusiona el espectador y el artesano, sin importar su origen ni sus creencias, es el punto exacto del deleite, aquí el concepto de clases sociales es un sofisma, donde todo anhelo de libertad sin importar el estrato llega a su máxima expresión.

El carnaval es un encuentro cultural que sin dejar a un lado sus anhelos primigenios de igualdad congrega todo tipo de estratos en un mismo espacio físico, aquí el espacio público recobra su función, pues son las fachadas, calles, andenes y plazas el entablado del carnaval, antes cerrado para nosotros y ahora abierto para el mundo, haciéndolo único en su género no solo por su impresión simbólica sino también por su contenido político.

Lastimosamente su relevancia como patrimonio cultural, ha despertado en algunos sectores una participación remunerativa (prebendas, reconocimiento, publicidad), dejando ver trazos de privatización (graderías, carrozas de empresas privadas, eventos cerrados), que opacan su difusión cultural, aumentan la segregación socio espacial e inhiben la participación, asemejándolo a otros eventos culturales comerciales.

Cada versión del carnaval, se nutre de las experiencias anteriores y en la búsqueda de un posicionamiento y un orden (carroza, carroza no motorizada, comparsa, colectivo coreográfico, murgas y disfraz individual), corre el riesgo de perder paulatinamente su fundamento sino se fortalece como proyecto colectivo nacido de la base, de ahí la importancia que sus integrantes conozcan el objetivo de su participación.

Una de las estrategias para fortalecer el carnaval, es la motivación a la población infantil, lograda con el carnavalito, donde los niños contribuyen a la permanencia de la memoria histórica de nuestros pueblos.

Por otro lado la llegada de la familia Castañeda el 04 de enero, se ha constituido en el principal aglutinante de los diferentes colectivos teatrales y culturales que con diversas visiones, plasman los principales hechos históricos del departamento de Nariño, su contacto directo con los espectadores se convierten en un traspaso de la tradición oral a lugareños y foráneos, en la versión 2011, con el tema de los años 60´s y 70´s, donde se dan múltiples reivindicaciones políticas, económicas y sociales, se plasma el movimiento sindical, estudiantil, campesino e indígena de gran relevancia a nivel nacional, es aquí donde se reconoce la labor de grandes líderes populares, pero también la realidad del inicio de la represión estatal y la violación a los derechos humanos.

En esta versión del carnaval del 2011 vale rescatar que el 50% de las carrozas hacen una alusión a la conservación ambiental (agua, aire, suelo y paisaje), retomando los Componentes indígenas precolombinos: Rituales agrarias y cósmicas. Inti (sol), Quilla (luna), Al cuichig (Arco iris), como parte de la cultura ambiental que se sucede en todo el mundo.

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